Estiércol
El estiércol animal es rico en nutrientes que lo convierten en un excelente fertilizante orgánico para tu jardín, un fertilizante de bajo costo y una forma maravillosa de utilizar nutrientes en lugar de crear una pila que no se utiliza y que podría ser perjudicial para la calidad del agua. Todos los estiércoles animales son buenas fuentes de nitrógeno, fósforo, potasio y otros nutrientes que las plantas necesitan para prosperar.
Cómo Compostar (Estiércol)
Paso 1:
Ubica tu montón en un lugar plano que no acumule agua y que esté alejado de las líneas de propiedad de tus vecinos y de cualquier agua abierta. Planifica múltiples montones para evitar contaminar los montones de compostaje con estiércol fresco y retrasar el proceso.
Paso 2:
Pasa la paja del lecho por una trituradora, si es posible, para disminuir el tamaño de las partículas. Las partículas más pequeñas se descomponen más rápido.
Paso 3:
Agrega paja, estiércol para formar un montón. Incluye otros materiales como recortes de césped y restos de frutas y verduras para equilibrar grandes cantidades de paja o virutas de madera ricas en carbono o hojas secas, periódicos triturados o aserrín para contrarrestar el exceso de estiércol rico en nitrógeno.
Paso 4:
Añade al montón hasta que tenga aproximadamente 3 1/2 pies de altura y de 5 a 7 pies cuadrados en la base. Este es el tamaño óptimo para generar calor en un montón de compost. Si es más grande o más pequeño, el montón tendrá dificultades para alcanzar la temperatura necesaria para eliminar cualquier bacteria y patógenos en el estiércol que podrían contaminar las verduras. Cuanto más caliente esté el centro del montón, más rápido se descompondrá.
Paso 5:
Voltea el montón una vez a la semana durante las primeras semanas. Dado que la mayoría de la descomposición ocurre en el centro caliente del montón, esto asegura que todas las partes del montón eventualmente se muevan hacia el centro. El aumento del flujo de aire a través del montón que permite el volteo también acelera la descomposición.
Paso 6:
Prueba la temperatura en el centro del montón con un termómetro de compost a partir de entonces. Voltea el montón cuando la temperatura esté por debajo de 113 grados Fahrenheit o por encima de 149 F. Cuando la temperatura es demasiado baja, el montón se descompone lentamente y no mata parásitos o semillas de hierba; cuando es demasiado alta, el calor puede matar a los beneficiosos microorganismos del compostaje, y el montón comienza a oler mal.
Paso 7:
Cubre tu montón con una gran lona entre volteos para mantener la cantidad adecuada de humedad. El montón debe estar apenas húmedo, como una esponja escurrida. Demasiada agua puede ralentizar la descomposición y hacer que el montón huela mal, mientras que no tener suficiente hace que los microorganismos del compostaje se sequen.